Por mucho que nos creamos los seres más inteligentes del planeta (que lo somos, nadie dice que no) hay una parte de nosotros que sigue siendo primaria y que tiene un parecido bastante importante con los monos. Y es que, a veces, seguimos nuestros instintos primarios sin hacer caso de la razón. Seguro que, si lo piensas, se te ocurre alguna vez que te haya pasado.
Hay muchísimas empresas que se han dado cuenta de este aspecto y que han pasado de hacer publicidad y comunicación desde sí mismas hacia fuera (yo soy importante y tú necesitas mi producto /servicio) a ser customer centric, es decir, lo importante es el consumidor y lo que mi empresa puede hacer por él. Mi producto/ servicio es importante porque va a satisfacer las necesidades X e Y que tienen los potenciales clientes.
Está demostrado que la representación egocéntrica es innata, inherente a cada uno de nosotros: no lo podemos evitar. Y las empresas pueden trabajar con este aspecto.
¿Cómo podemos apelar al egocentrismo de los consumidores?
- Logrando que se sientan muy identificados con la presentación y comunicación que hacemos de nuestro producto.
- Hablándoles directamente a ellos, como hemos visto en campañas tan conocidas como el: ¿Te gusta conducir?
- Conecta con tus potenciales clientes diciéndoles que ellos pueden conseguir lo que anhelan y desean gracias a tu producto o servicio: otros lo han conseguido, tú también. Por ejemplo, L’Oreal lo hace con el “Porque nosotras lo valemos.” (En este caso también está cumpliendo el punto 2 de esta lista).
- Centramos todas las comunicaciones desde el punto de vista del usuario. Nuestra empresa es muy importante… Para nosotros. Para el usuario, lo importante es lo que podemos hacer para ayudarle.
- Los elementos visuales pueden apelar al punto de vista del usuario. Es decir, ¿Cómo vamos a vernos cuando usemos el producto? ¿O cómo vamos a ver el producto cuando lo usemos? Un buen ejemplo pueden ser los videojuegos o un móvil utilizándose, o unas zapatillas para correr pueden mostrar el punto de vista de una persona corriendo y mirando las zapatillas.
- Personalización: En la actualidad se personalizan cantidad de objetos, y esto está directamente ligado con el egocentrismo que sentimos las personas. Pero en este punto también hablamos del famoso apartado de “Recomendado para ti” que hacen montón de tiendas y plataformas, como Netflix, Amazon… etc.
En este sentido, también puedes personalizar la experiencia de compra de nuestros clientes, permitiéndoles filtrar las opciones para dar exactamente con lo que quieren. Otra idea de algo que se realiza con muchísima frecuencia son los emails personalizados. ¿A que te suenan?
Todo esto está muy bien, pero tal vez os estéis preguntando, en concreto:
¿Cómo aplico esto al marketing digital?
- Lo importante no es tu marca. Lo importante son los beneficios que perciben tus clientes al utilizar tu empresa o servicio: Ellos van a vender más, van a aprovechar todas las oportunidades que se les presenten, van a cumplir un sueño, van a poder dominar un arte, etc.
- Utiliza mensajes de alto nivel que sean directos y sencillos de comprender. “Toma mejores decisiones”. “Nosotros gestionamos tus finanzas para que no tengas que preocuparte nunca más”. A muchas empresas les da igual el cómo consigas ayudarles: lo que quieren es que les resuelvas un problema o una necesidad.
- No existen los textos poco importantes: todo el copy online es importante y podemos utilizarlo para apelar al egocentrismo de los usuarios.
- Puedes estimular el uso de tu producto o servicio dando pequeñas recompensas. Por ejemplo, muchas herramientas y plataformas para buscar trabajo te van dando un porcentaje del perfil que tienes relleno. LinkedIn te estimula constantemente para que mejores tu perfil y te va dando un estatus a medida que lo utilizas y aprovechas más (y te acercas más a querer utilizar las características de premium).
Nos vemos en el siguiente post 😉